Administrar una empresa implica enfrentar múltiples tipos de riesgos que pueden tener efectos negativos, positivos o ambos. Algunos riesgos tienen el potencial de destruir una empresa o causar daños significativos que requieran tiempo y recursos para su reparación. Sin embargo, algunos riesgos también pueden presentar oportunidades valiosas.
Con frecuencia, las empresas abordan la gestión de riesgos con una perspectiva de cumplimiento, centrada en seguir reglamentos y normativas que los empleados deben cumplir. Este enfoque resulta restrictivo, ya que una gestión de riesgos basada únicamente en el cumplimiento no reduce la probabilidad ni el impacto de un desastre.
Además, puede reducir la capacidad de la organización para capitalizar oportunidades de negocio que conllevan ciertos riesgos.
En este artículo, te daremos una visión integral sobre la gestión del riesgo. Identificamos los tipos de riesgos que pueden amenazar tu negocio, los objetivos de la gestión de riesgos, sus beneficios y te damos los pasos para desarrollar un plan efectivo para tu empresa.
La gestión de riesgo empresarial se encarga de evaluar, priorizar y gestionar los riesgos asociados con los sistemas, procesos y operaciones de tu empresa. Funciona como un marco de referencia para la toma de decisiones y la planificación estratégica, tanto en situaciones de emergencia como en la identificación de oportunidades potenciales.
¿Y cuál es su importancia?
Es importante porque te permite conocer anticipadamente los eventos que podrían perjudicar a tu empresa. Así, puedes tomar acciones para mantener una presencia activa en el mercado y, por ende, reducir la posibilidad de enfrentar a una situación de insolvencia.
Un negocio que identifica y gestiona eficazmente los riesgos está en mejor posición para minimizar los errores, especialmente durante el proceso de toma de decisiones. Esto resulta en una mejora notable en la calidad y eficiencia de las estrategias implementadas.
En resumen, la gestión de riesgos empresariales abarca estrategias de prevención y manejo de incidentes con un alto potencial destructivo. Su finalidad es asegurar la continuidad, el rendimiento y la rentabilidad del negocio.
Para la Harvard Business Review hay tres tipos de riesgo que puede enfrentar una empresa. Riesgos Evitables (internos a la organización). Riesgos Estratégicos (aquellos que se asumen intencionalmente para obtener mayores ganancias). Riesgos Externos (que ocurren fuera de la empresa y están fuera de su control directo).
Además, es importante considerar los siguientes ejemplos específicos al evaluar la gestión de riesgos empresariales:
Implementar una gestión de riesgos empresariales efectiva requiere la participación de toda la empresa. Así, te aseguras de que todos los niveles estén comprometidos y preparados para manejar y mitigar los riesgos potenciales.
La gestión de riesgos es fundamental para las empresas y presenta una serie de objetivos clave para ofrecer orientaciones eficientes. A continuación, te hablamos los 5 objetivos clave:
Conociendo los riesgos que pueden afectar el éxito de la organización, como empresario, puedes implementar medidas preventivas para minimizar su ocurrencia. De esta manera, lograrás reducir los costos asociados a sus consecuencias y proteger al negocio de un posible declive.
Identificar puntos críticos te permite establecer recursos y medidas de acción efectivas y rápidas ante eventos adversos. La capacidad de responder con rapidez está vinculada directamente con la gestión de los costos derivados de las correcciones necesarias.
Esto se logra mediante:
Los riesgos que enfrenta una pequeña o mediana empresa no son los mismos que los de una gran corporación. Los niveles de riesgo aceptables dependen de las características y la estructura financiera de cada organización. Para determinar estos niveles de forma correcta, es crucial conocer en profundidad la organización y entender su capacidad para manejar ciertas situaciones. Más aún, cuando hablamos de riesgos evitables y predecibles.
Si se materializa un riesgo, la empresa puede enfrentar pérdidas significativas. Por lo tanto, es esencial identificar, con detalle, los eventos potencialmente problemáticos y sus posibles efectos tanto actuales como futuros en el negocio. A menudo, pequeños problemas que parecen insignificantes pueden acumularse y causar grandes inconvenientes o bajas en la calidad de las operaciones empresariales.
El principal propósito de la gestión de riesgos no es solo evitar peligros, sino también abrir espacio para decisiones más efectivas que maximicen las oportunidades. Reconocer los riesgos y definir acciones de contingencia permite una toma de decisiones más informada y orientada a aprovechar las oportunidades que se presenten. Conocer los efectos y consecuencias de una acción facilita evaluar sus ventajas y desventajas, permitiendo decidir si proceder o no con una estrategia determinada.
Estos objetivos muestran cómo una gestión de riesgos efectiva no solo protege a la empresa, sino que también potencia su crecimiento y estabilidad en el mercado.
Conociendo los objetivos principales de la gestión de riesgos empresariales, es posible que ya deduzcas algunos de sus beneficios. Sin embargo, queremos hablarte de los tres más importantes para una empresa.
Minimizar los riesgos ayuda a prevenir situaciones que podrían interrumpir el flujo normal de las actividades en diversos departamentos de la empresa. Por ejemplo, si se identifica que un proceso manual en el área financiera está reduciendo la productividad, se puede promover la digitalización. Así, se pueden implementar herramientas que faciliten y optimicen la rutina diaria del personal para que sea más eficiente.
Al identificar vulnerabilidades en el entorno digital del negocio, es posible implementar correcciones antes de que los hackers encuentren y exploten estas brechas de seguridad. Esta proactividad no solo protege la información sensible de la empresa, sino que también salvaguarda la confianza de los clientes. Por tanto, es uno de los beneficios más buscados en la actualidad por empresas que están en el entorno digital.
El reconocimiento de puntos críticos no solo es crucial para la prevención. Esto también incentiva la innovación al adoptar soluciones novedosas y preventivas ajustadas a las necesidades del negocio y a las tendencias actuales del mercado.
Con un conocimiento previo de los riesgos, es posible desarrollar estrategias que no solo sean diferentes y efectivas, sino también modernas. De esta manera, es posible mejorar la calidad de los procesos empresariales.
Este avance es viable especialmente cuando se dispone de tecnología avanzada que proporciona datos precisos y se mantiene al día con los riesgos emergentes y las innovaciones tecnológicas para mitigarlos.
Lo primero es entender los tipos de riesgos a los que se enfrenta tu empresa. Luego, debes saber cómo estos se relacionan con los componentes claves de tu estrategia empresarial.
Es crucial realizar un análisis exhaustivo de las actividades y componentes específicos de tu empresa. Considera qué eventos, tanto internos como externos, podrían obstaculizar o impactar cada uno de estos elementos. Evalúa si tienes sistemas y procesos establecidos para manejar estos riesgos y determina la probabilidad de que ocurran.
Aquí te detallamos los pasos que deberías seguir para crear un plan de gestión de riesgos empresariales:
1. Identificación de riesgos. Comienza estudiando los factores internos y externos que pueden impactar tus objetivos. Esto incluye todo, desde fallos operativos hasta cambios en el mercado global.
2. Análisis de riesgos. Calibra y calcula los posibles impactos y probabilidades de cada riesgo identificado. Este análisis ayudará a priorizar los riesgos según su potencial de daño.
3. Respuesta al riesgo. Adopta estrategias apropiadas para mitigar los riesgos. Esto puede incluir la implementación de nuevos procesos o la modificación o eliminación de los existentes.
4. Monitoreo de riesgos y oportunidades. Implementa un sistema para medir y documentar continuamente los riesgos y las oportunidades en tu industria. Esto debe incluir la supervisión de riesgos financieros y la evaluación de la efectividad de tus protocolos de gestión de riesgos.
Asegúrate de que tu plan de gestión de riesgos empresariales incluya de forma clara las responsabilidades asignadas.
Considera también la posibilidad de formar un comité de gestión de riesgos, con miembros que tengan asignadas tareas específicas. Esta es una forma de asegurar un enfoque coordinado y efectivo en la gestión de riesgos en toda la organización.
La gestión de riesgos empresariales es un conjunto integral de prácticas y estrategias que resultan cruciales para el éxito de cualquier negocio. Este enfoque se centra en la prevención de situaciones que podrían ser perjudiciales para la productividad y reputación de tu empresa. Contando con una buena gestión de riesgos, puedes establecer un plan de acción claro para enfrentar las amenazas en caso de que se materialicen.
En 360 Risk Solutions, contamos con técnicas de gestión de riesgos diseñadas para reducir la exposición y mejorar la resistencia de tu negocio. Para saber cómo podemos ayudarte, te invitamos a ponerte en contacto con nosotros.